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jueves, 29 de mayo de 2008

sonoDIVERSO

Música Electrónica
(Tercera Parte)
Por Ozzie

Hace ya varias décadas que el término mínimal empezó a conocerse de una manera más bien masiva gracias a los trabajos de compositores considerados músicos contemporáneos como Terry Riley, Philip Glass o Steve Reich que planteaban una nueva manera de hacer "música académica" en un entorno generalmente bastante conservador. Este concepto "minimal" fue aplicado para describir una música que se basaba en la repetición de estructuras dentro de una misma pieza, lo que de alguna manera provocaba reducirla a la mínima expresión. Sin embargo, el término causó más de un equívoco y no todos los compositores estaban de acuerdo en que reflejase con exactitud el contenido de la música, fundamentalmente porque dentro de esa apariencia minimal se superponían otras estructuras de la misma naturaleza e incluso se "jugaba" con la yuxtaposición de varias melodías a la vez. La realidad es que se aplicaba un término "minimal" a una música verdaderamente compleja. A pesar de todo, hoy en día sigue aplicándose para definir estas composiciones y es una manera de referenciar a un tipo de música que, independientemente del contexto (contemporánea, electrónica, digital, ambiental, industrial) tiene en común el hecho de reducir la música casi hasta su última expresión.

Aunque casi todos estos compositores en algún momento han utilizado algún instrumento electrónico como herramienta para crear sus piezas, se puede decir que con las primeras hornadas de sintetizadores analógicos de los sesenta y setenta el concepto "minimal" empezó a introducirse de lleno en lo que de aquí en adelante llamaremos "música electrónica". Del mismo modo que hoy en día parece asumido por muchos que los padres de la electrónica actual son Kraftwerk, de la electrónica planeadora Tangerine Dream o del ambient Eno, nosotros nos atrevemos a decir que el verdadero padre de la música electrónica minimal no es otro que el genial Conrad Schnitzler.

Desde sus dos primeros trabajos en Kluster, "Klopfzeichen" y "Zwei Osterei" (previos a su colaboración en el primer disco de Tangerine Dream) este alemán nacido en 1937 (que estudió ingeniería mecánica y que además de hippie fué marinero y limpia ventanas) siempre buscó la experimentación, encontrándola en los nuevos instrumentos electrónicos que aparecían. Pero es exactamente tras abandonar Kluster (entonces Moebius y Roedelius decidieron continuar como Cluster) con la publicación de la trilogía negro_rojo_azul cuando Schnitzler pasa a ser para nosotros un mito de la música de nuestro siglo. Si bien "Schwarz" (negro, 1971) cuenta con la colaboración de sus dos ex-compañeros y el "sonido Kluster" continúa presente (realmente este disco no es otro que el "Eruption" del grupo), "Rot" (rojo, 1972) se presenta como una obra transgresora absoluta para todos sus coetáneos, (en realidad una verdadera hostia en la cara para la música de su tiempo), mientras que "Blau" (azul, 1973) avanza en el concepto "schnitzelriano" de "sobrecarga sensorial". Estos tres discos fueron publicados en su momento en ediciones de 100 copias y afortunadamente hoy en día podemos disfrutarlos gracias a las reediciones que se han hecho de ellos. Desde entonces, Schnitzler ha publicado infinidad de excelentes trabajos que han merecido numerosos libros y biografías, pero aquí nos centraremos en este periodo y especialmente en "Rot".

Obviando el inevitable problema de si fue antes la gallina o el huevo, y considerando que probablemente alguien en algún momento de este siglo.Si bien "Schwarz" (negro, 1971) cuenta con la colaboración de sus dos ex-compañeros y el "sonido Kluster" continúa presente (realmente este disco no es otro que el "Eruption" del grupo), "Rot" (rojo, 1972) se presenta como una obra transgresora absoluta para todos sus coetáneos, (en realidad una verdadera hostia en la cara para la música de su tiempo), mientras que "Blau" (azul, 1973) avanza en el concepto "schnitzelriano" de "sobrecarga sensorial". Estos tres discos fueron publicados en su momento en ediciones de 100 copias y afortunadamente hoy en día podemos disfrutarlos gracias a las reediciones que se han hecho de ellos. Desde entonces, Schnitzler ha publicado infinidad de excelentes trabajos que han merecido numerosos libros y biografías, pero aquí nos centraremos en este periodo y especialmente en "Rot".

Obviando el inevitable problema de si fue antes la gallina o el huevo, y considerando que probablemente alguien en algún momento de este siglo o incluso antes hubiese planteado parámetros de trabajo similares a los que Conrad Schnitzler desarrolló en 1972 con "Rot", creemos que éste es el punto de partida de la música "minimal_electrónica" tal como la entendemos hoy, por los siguientes motivos:

(1) Por primera vez el concepto minimal, ya comentado al inicio, es aplicable a un tipo de "música" hecha totalmente con sintetizadores y aparatos eléctricos.


(2) El concepto tradicional de "música" empieza a ser considerado como "organización de sonidos".


(3) Aunque Schnitzler tenía conocimientos musicales (empezó tocando el cello y el piano y su padre de hecho era músico) él prefería considerarse un "no_músico".


(4) En esta época los "no_músicos" planteaban nuevas formas de hacer "música".


(5) Para poder ser un "no_músico" tenía que existir una herramienta o instrumento nuevo que lo permitiese, y en estos años acababan de aparecer los primeros sintetizadores.

En la proxima entrega explicaremos un poco estos conceptos y los trasladaremos a la actualidad para entenderlo; en "Rot" Schnitzler plantea dos piezas extensas dónde el concepto "melodía" no existe.

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