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martes, 23 de agosto de 2016

Oriette D'Angelo

La escritora de "Cardiopatías" afirma: "Nuestra poesía está cargada de muchas voces y diversidad".

Oriette D'Angelo es una de las ganadoras del Concurso para Autores Inéditos, mención poesía 2014, de Monte Avila Editores Latinoamericana. Abogada egresada con todas las de la ley en la UCAB, lleva la poesía en los tuétanos. Hoy en día en el exterior, Oriette D'Angelo considera que "nuestra poesía está cargada de muchas voces y de mucha diversidad. Se está escribiendo mucha poesía, y eso lo vemos gracias a las revistas de difusión literaria que tienen vida en Internet". 


Oriette D'Angelo. 

Creadora de Digo.Palabra.txt., un sitio de entrevistas a escritores, selección de textos y artículos, Oriette es un ejemplo de esas voces, nueva en su caso con apenas 26 años, pero una de las ganadoras del Concurso para Autores Inéditos, mención poesía 2014, de Monte Avila Editores Latinoamericana. El libro reconocido es "Cardiopatías". Luego de "Cardiopatías" tiene dos poemarios más en su musa.


Vía internet, el reconocido periodista Eduardo Chapellín conversó con esta poetisa venezolana, residenciada en Chicago (USA): "Pienso que vivimos en una época donde gracias a las redes sociales y el Internet se está leyendo más, hay un mayor interés por conocer no sólo lo que se está escribiendo ahora, sino también por conocer más de lo que se configura como nuestra tradición literaria". Siga leyendo...
    
- Poemas como “Rodilla en tierra” muestra una postura política. ¿Poesía y política pueden conjugarse y no caer en el panfleto? 
- Pienso que sí, poesía y política pueden conjugarse sin caer en el panfleto. En mi opinión, la vida misma es un acto político, así que escribir poesía es mi manera de ofrecer, de alguna forma, mi perspectiva sobre algunos temas sensibles para mí y para mi propia formación. Reinaldo Arenas es uno de mis poetas favoritos, y en él vi precisamente eso: una manera de escribir sobre política sin caer en el panfleto. Alguien con su historia logró retratar sus padecimientos políticos a través de la poesía.



- ¿Y en el caso venezolano? 

- En un país como Venezuela y en la actualidad, no estamos exentos de ello. Vivimos una época polarizada donde cada individuo asume una posición desde lo que mejor sabe. Lo mío es la escritura, así que mi posición como ciudadana la asumo desde allí. Por otro lado, «Rodilla en tierra» es precisamente un poema que busca satirizar lo panfletario. Es un texto que busca dar a entender que detrás de toda maquinaria ideológica hay seres humanos padeciendo la imposición de ciertas políticas. Sólo eso, seres humanos sobreviviendo más allá de las consignas que en realidad no aportan ni resuelven nuestros problemas.

- El amor y, sobre todo lo efímero del mismo, son recurrentes en muchos de tus versos. ¿Cuestión de despecho o su experiencia la ha llevado al escepticismo en este tema? 
- No hay ni despecho ni escepticismo. Es un primer libro, y en mi caso era necesario reflejar ciertas experiencias. Comencé a escribir «Cardiopatías» cuando tenía 23 años y mis experiencias más cercanas estaban en la adolescencia y en sus desencuentros. Escribirlo era también una forma de aportar parte de mi crecimiento como mujer.




-También sus versos tocan punzantes la violencia en todos los sentidos de Caracas y, en general, de cualquier rincón del país. En su vivir en Chicago, ¿ha sentido que esa violencia citadina es solo del país o también es mundial? 
- Sí, el libro toca el tema de la violencia en Caracas. Es algo que viví y padecí de cerca, así que era una deuda con mi propia historia. Como bien dices, vivo en Chicago desde hace un año y no, no he sentido la misma violencia que sentía en Caracas, a pesar de que Chicago también es una ciudad con ciertos lugares agresivos. La violencia, en su término, es mundial, sí lo es, pero no sé si llegue a sentir en otras ciudades lo mismo que siento cuando estoy en Caracas. Claro que nunca bajo la guardia, si algo me quedó del miedo es la capacidad de sobrevivir, así que no tomo ningún lugar por sentado. Podrían matarme en cualquier lugar del mundo, así que estoy en «modo superviviencia» todo el tiempo.

- ¿Qué poetas te han influido en este caminar por los versos y estrofas? 
- Son varios los poetas que influyen en mi escritura. Octavio Paz fue uno de los primeros poetas que leí en la adolescencia. A él le debo el juego de las imitaciones tempranas. Cuando tenía 15 años quería escribir como él, así que buscaba que mis poemas fueran textos que jugaran con sus versos. Ninguno de mis poemas escritos a los 15 años sobrevivió, pero mi experiencia como lectora de Octavio Paz continúa y estoy continuamente fascinada por su obra, ya sin la imitación porque poco a poco me he ido acercando a lo que quiero como escritora. También leo y releo mucho a Reinaldo Arenas, Miyó Vestrini, Gottfried Benn, Allen Ginsberg, Agustín Fernández Mallo, Luna Miguel, Elena Medel, Luis Alberto Crespo y Martha Kornblith. Siempre vuelvo a sus libros.


 - ¿Hay una una nueva generación de bardos y poetisas en Venezuela y la américa española?
 - Si existe mucho. Por ejemplo, hay un chico de Valencia llamado Víctor Noé, de apenas 19 años, que publica su propio fanzine de poesía, se llama «Lapoesía Zine». Los hace a mano, y uno de ellos es un homenaje a Víctor Valera Mora y a Miyó Vestrini. Destaco y valoro mucho esos pequeños trabajos de hormiguita. Muchos de los que llevan a cabo proyectos así también escriben poesía y utilizan precisamente los medios digitales para difundir sus textos.

-¿Cómo ve en general el panorama poético venezolano? 

- Nuestra poesía está cargada de muchas voces y de mucha diversidad. Se está escribiendo mucha poesía, y eso lo vemos gracias a las revistas de difusión literaria que tienen vida en Internet. Un ejemplo está en la revista Canibalismos que cada cierto tiempo ofrece un buen repertorio de voces jóvenes, la mayoría de estudiantes universitarios.

- ¿Están pendientes de las generaciones que los precedieron? 

- También hay un acercamiento de la nueva generación de poetas hacia los escritores de mayor trayectoria. En mi caso soy lectora asidua de la poesía de Yolanda Pantin, y es alguien a quien también tengo en Facebook, de quien leo sus actualizaciones y con quien converso cada cierto tiempo. Poder leerla allí es una gran experiencia para mí porque hablo de una de las poetas más importantes de Venezuela, así que ese acercamiento es algo que influye en mi propia experiencia como lectora y escritora. Volviendo al tema del panorama, hay muchas, muchas voces, y cuando se tiene interés se pueden encontrar cosas maravillosas en libros y en blogs.

- ¿Y el mundial? 

- El panorama mundial es bastante parecido al nuestro en cuanto a riqueza de voces, creo yo. La única diferencia es que hay lugares con mayor ventaja de publicación porque hay más diversidad y mucho más mercado editorial, así que la cantidad de voces conocidas es mucho más extensa. Claro, a mayor apoyo de distintas instituciones, mayores son las posibilidades de tener grandes representantes literarios. En Venezuela el apoyo es ventaja de unos pocos, en ambas corrientes políticas, y los demás tienen que luchar con las uñas para lograr tener sus cosas. El resto del mundo tiene la ventaja de que a mayor apoyo, mayores posibilidades de configurar un canon, mayor posibilidad de poner a circular escuelas y hacer que la cultura literaria se mueva mucho más.

- ¿Otro poemario pronto a salir? 
- Estoy trabajando en dos poemarios, cada uno trabaja temas distintos. Uno de ellos está casi listo, lo comencé poco después de terminar «Cardiopatías», pero el tema de la publicación es delicado y no he querido tocar puertas todavía. A ambos libros los estoy trabajando desde la paciencia y la cautela. Uno de ellos sí quiero que salga a la luz pronto, ya veremos qué ocurre.


Twitter e Instagram: @oriettedangelo / @digopalabratxt / @monteavilaeditores


Texto: Eduardo Chapellín // 
Adiciones: Carlos Medina @carlosmedina1 / StillnessAndBlood.com
Fotos: José Delpino / Círculo De Poesía (Cortesía).

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