Los actores de la pieza teatral, su directora, el productor Saúl López y Glenda Salamón en la Asistencia de Escena, compartieron impresiones acerca del inminente estreno de forma amena y fluida con representantes de los medios de comunicación social (Prensa escrita, revistas, TV y Páginas Webs), revelando detalles de interés que motivarán a los más de 100 espectadores que acudirán cada noche a la prestigiosa sala para apreciar la obra.
Desde el 24 de febrero hasta el 25 de marzo, llega a la escena capitalina la obra “Yo soy Carlos Marx”, pieza escrita por la venezolana Gennys Pérez y protagonizada por los primeros actores Karl Hoffmann y Flor Elena González, quien tras años de fructífera trayectoria en TV, teatro y cine, debuta como productora del montaje, la cual estrena nuevo horario en la Sala Espacio Plural del Trasnocho Cultural (CC Paseo Las Mercedes), los días Viernes y Sábados (9:00pm) y los domingos a las 7:00pm.
Por su parte Karl Hoffman, quien encarnara al implacable Juez de Queensbury en el montaje teatral de Moisés Kaufman Actos Indecentes (Palo de Agua Producciones/2010), además de interpretar magistralmente el rol de Fausto en Autólisis (Dic.2011), ópera prima de Rhoda Torres, film basado en hechos reales que narra la historia de un científico y profesor universitario que padece un súbito y contundente ataque de locura, que le desequilibra al punto de afectar su entorno familiar optando por el suicidio como término final de su atribulada existencia; admitió que a él siempre le han perseguido este tipo de roles intensos y “desquiciados”, con una frase muy elocuente: “¡Qué ladilla!”, como una suerte de resignación ante un designio supremo, la cual causó hilaridad en los presentes. Comentó que en una oportunidad hizo un curso de ‘Psicopatología aplicada al Arte Dramático, herramienta que le sirvió de mucho para meterse en la piel de los “seres esquizofrénicos” que le ha tocado desarrollar.“Poco tiempo, en verdad. Como actor hubiese sido feliz tuviese un año para desarrollar mi rol. Pero desde hace 3 años había recibido la invitación por parte de Gennys (la escritora y directora) y no había podido aceptar por estar ocupado en otros proyectos, mas el “Diablito interior” me decía “¡Hazlo, hazlo!”, y así lo hice. Aquí estoy. Pienso que estamos haciendo un trabajo bastante aceptable”, afirmó Karl.
Para González representa un doble reto el dar vida a Jenny, ya que “pasé a ser de actriz invitada a productora asociada, lo cual representa un gran compromiso y una responsabilidad enorme, pero que llevo a cabo con mucho orgullo y satisfacción. Su mayor reto actoral radica en asumir su papel de forma verosímil y creíble, dando toques de seriedad y comedia para crear un balance, ya que “no todas las mujeres gruñonas son iguales”, argumentó la actriz.
Gracias al abandono del teatro de arte por parte del Estado, y el auge del teatro comercial, la puesta en escena de “Yo Soy Carlos Marx” adquiere un valor e importancia digno de todo crédito. La creadora y directora Gennys Pérez afirma que la obra, de indiscutible talante actual, está “escrita desde el corazón”, acorde con los tiempos de diatribas y polarización en el cual vivimos, que sin duda, “conmoverá tanto a oficialistas como a opositores, porque es una historia muy humana. No es una obra anticapitalista ni anticomunista, es más bien una historia que pretende reflexionar acerca del fracaso del comunismo en países como Alemania, Rusia (antigua URSS) y Cuba, entre otros, además de cuestionar el humanismo y el capitalismo, actualmente en crisis. Los ideales de un mundo mejor, lleno de inclusión, salud, seguridad e igualdad para todos, con los mismos derechos, se van al traste con la cruda realidad”, explicó Pérez.
“Para un actor es vital que la pieza se estrene. El teatro necesita de los actores y del espacio escénico. No es posible una dramaturgia sin exposición, es literalmente una obra muerta. El teatro es literatura viva, no muerta. Y esta obra nos la merecemos todos, se la merece el país entero. Es por ello que “Yo soy Carlos Marx” pretende crear una seria reflexión sobre el tema de los excluidos y el rechazo a quien piensa diferente, un mensaje de tolerancia expresado a través de “dos seres con un nivel cultural elevado que se ven signados a vivir en una alcantarilla, divagando, riendo, reflexionando y perdiéndose en el mundo de lo humano, pero que en su extrema pobreza son capaces de alcanzar la mayor de las riquezas: acceso a la cultura y a las oportunidades”, según lo expresado por Gennys Pérez. Aún cuando no comulgo con el comunismo ni es mi decisión, considero que es una ideología completamente respetable”, concluyó Hoffman.
En esta nueva faceta artística, la acompañan Saúl López en la producción ejecutiva y Francisco Torrealba y el Teatro Gastronómico en la producción general, mientras que la asistencia de escena y la dirección corre por cuenta de Glenda Salamón y la misma Gennys Pérez, respectivamente. Al respecto López y Salamón manifestaron su orgullo y satisfacción por ser parte de este ambicioso e importante proyecto que llega a feliz término desde este viernes 24 de febrero, extendiendo la invitación al público para que asista al Espacio Plural del Trasnocho Cultural a disfrutar este montaje.
El concepto escenográfico es de Edwin Erminy, dirección de arte de Iliana Hernández, música original del maestro Juan Carlos Núñez y edición de Alejandro Bello.
“Yo soy Carlos Marx” llega a Caracas precedida de múltiples y excelentes críticas. Según palabras del escritor Alberto Barrera Tyszka, es “una obra que desnuda todas las promesas del socialismo del siglo XXI”. Según el crítico y ensayista Tulio Hernández: “ninguna otra obra de teatro desde ‘El día que me quieras’ de José Ignacio Cabrujas ha sabido profundizar de manera descarnada pero a la vez amorosa, el descomunal fracaso y el inmenso engaño de la hipnosis colectiva del socialismo en Latinoamérica”. Por su parte, Manuel Caballero, respetado historiador ha dicho sobre la obra que “Carlos Mark es devorado por el fuego del mismo socialismo que sus seguidores no fueron capaz ni siquiera de leer, mucho menos comprender”.
Con Karl Hoffmann y Flor Elena González
Primera Temporada


Muy actual el tema. En Islandia acaban de hacer una revolución contra los capitales financieros sin tomar en cuenta las propuestas de Marx, solo controlar estos especuladores. Al fin, el mundo está librándose de las propuestas sonoras de Marx de estatización y de supresión del empresario.
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